miércoles, 9 de junio de 2010

Un mail

Me llego un mail, decía así:

"Hola Mac,
Leí esto y se me hizo bien padre... bueno, muy muy triste, pero creo que vale la pena leerlo. Te lo paso:
http://jenesaispank.tumblr.com/

saludos!"

Y quién soy yo para hacer otra cosa más que pasarlo. Bien padre, pero muy muy triste.
En lo personal sólo diré que cuando sentía que no podía más Siempre es Hoy estuvo ahí y me dio fuerzas. Gracias a nuvoletta por pasarlo, pero sobre todo...

¡Gracias maestro!

martes, 16 de marzo de 2010

Reina Midas de Fuego.

Un video me trajo loco por un tiempo. Era uno de esos que salían en MTV en mi época donde MTV era lo máximo. En esa misma época donde Puente era grandioso y la canción está de Metallica para Mission Imposible también.

Una chava caminaba por el mundo y todo lo que tocaba lo incendiaba, algo así como el Rey Midas, pero menos padre, mucho menos. Tocaba la guitarra un güey con muy mal look, pero gran voz.

Mucho tiempo estuve buscando el video por el mundo, no sabía quien cantaba, no sabía cómo se llamaba la canción, no sabía ni cómo iba, sólo sabía que me gustaba.

Que me gustaba y que salía una chava que caminaba por el mundo y todo lo que tocaba lo incendiaba, algo así como el Rey Midas, pero menos padre, mucho menos. Tocaba la guitarra un güey con muy mal look, pero gran voz.

Después baje un disco de Chris Cornell en vivo, y ahí venía esa canción. Pero en realidad no recuerdo como fue que una cosa llevó a la otra, pero di con el video: Can't Change Me, decía Chris mientras esta chava iba incendiando el mundo con sus manos. Porque no parecía que le molestara, lo tocaba con gusto, como alguien que tiene rabia y quiere que todo muera, como su esperanza, que se suponía fuera lo último.

Hoy me sentí como esa Reina Midas de fuego.

Calculo yo alrededor de 70, veía a su perro fijamente, no fuera éste a escapar y no se fijó en la anomalía del pavimento. Rodillas al suelo, bastantes buenos reflejos para la edad.

Colgué rápido y la ayudé a levantarse, la señora se reía como pensando: “Pinche perro”. Otra señora se acercó también, le preguntamos si estaba bien, si no se había raspado, si no le dolía nada. Ella nos explicaba que no había pasado nada, que el perro la había distraído. Reía ella, reí yo después.

Ya en el metro bajaba las escaleras, delante, una señorita con su, supongo, novio. Pisa mal el escalón, el pie se resbala hacía adelante, su pie izquierdo no soporta el peso y no logra mantener el equilibrio. Nalgas al suelo.

Su, supongo, novio la ayuda a levantarse, me iba a acercar a ayudar, pero la reacción fu levantarse rápido, preocupada más por la vergüenza que por el golpe. Seguí caminando, fingiendo que nada pasó, pensé que era más amable evitarle la vergüenza, ya alguien la ayudaba. Esta vez, reí sólo yo.

Hace poco alguien me explicaba que los científicos habían descubierto que la suerte existía. Me decía que habían creado un termino que se llamaba el Cisne Negro (si alguien se lo echa, me lo explica). Y era cuando varias cosas poco probables sucedían a la vez. Como 3 aviones que caen en días consecutivos, algo así. Lo recordé, es muy probable que no tenga nada que ver, pero no todos los días ves a una persona tropezar y caer, ver a dos es un efecto extraño.

Me sorprendió de nuevo entonces, las probabilidades de que justo me comentaron de la existencia de un Cisne Negro y ahora pasa esto, que yo considero es un conjunto de dos sucesos poco probables seguidos.

Recordé otro efecto, ese que hace que uno note un efecto X debido a una causa Y que lleva previamente programada. Como pensar que es una coincidencia ver a 10 coches amarillos justo hoy que compraste el tuyo de aquel color. Algo que en realidad pasa seguido pero solemos no ver por falta de relevancia. Quizá recordé lo del Cisne Negro porque fue una casualidad, quizá estemos cercanos a algo así todo el tiempo, pero lo note por aquella explicación sobre el Cisne Negro, nunca lo sabre.

lunes, 11 de enero de 2010

Mi hija la mediana.

- “¡Oiga! ¡Éstas no son las palomitas chicas!”

- “No, no tenemos chicas, solo medianas y grandes”

¡Achis! ¿Y cómo le hicieron?

- “¡Ay que guapa! ¿Está es tu hija la chica?

- No, no tengo chica, está es la mediana y en mi casa se quedo la grande.

¿Qué no todo el concepto de mediana es que está en medio? Como puede algo estar en medio sin que haya algo arriba y algo abajo. Es como un sándwich al que le quitas la parte de abajo, el jamón pasa de estar en medio, a estar abajo.

Lo que pasa es que alguien, seguro nativo de los Estados Unidos, le pareció que decirle a la gente que sus palomitas eran chicas les daba una idea previa. Y sin importar el tamaño de las mismas, la gente las percibiría como si estuviera recibiendo poco, por lo tanto le parecerían caras.

Se decidió por la idea más obvia, por supuesto, no agrando los paquetes de palomitas, eliminó el termino chico, acá nada es chico, tenemos medianas y grandes y en algunos lugares extra-grandes o jumbo.

Donde, para los mortales comunes y corrientes, las medianas son las chicas, las grandes las medianas y las extra-grandes o jumbo las grandes. Porque así indica nuestro cerebro que piensa de forma poco lógica.

Existen ya lugares donde eliminan las medianas también, tenemos las grandes, las jumbo, las gigantes, las supergigantes y las monstruosas (o algún termino generalmente acompañado de una TM, como si hubiera algo que presumir). Para el usuario común son: las chicas, las medianas, las grandes y las madres que nunca te vas a acabar.

Uno llega sin saber que en ese lugar hablan un idioma distinto al del resto y pide: "Me das unas palomitas (por ser el ejemplo, hamburguesa, café, refresco, lo que quieran) grandes" y le dan a uno unas pinches palomitas para que se las coma durantes los cortos.

Ya luego te la dejan ir:

- “Son 56 pesos”.

- “Espera, espera, te equivocaste, te pedí las grandes”

- “Sí, estas son las grandes señor”

- “Y entonces las de ese tazón que parece tina para bañar al niño ¿qué son? ¿las chicas?”

- “No, esas son las monstruosas señor”

- “Bueno y ¿qué tienes entre está mierdita que me diste y esa madre que no se acaba ni toda la sala junta”

- “Tengo las jumbo, las gigantes y las supergigantes”

- “Y de que tamaño son”

Aquí hay una ruptura, si tienes la suerte de encontrar a un dependiente medianamente competente, te enseña los tazones. Como son raros, lo más seguro es que te trate de explicar la diferencia de tamaños con palabras.

El asunto este de los tamaños de las cosas terminó por perder su finalidad y lo único que hace es confundir a los clientes y hasta a los empleados. Lo que realmente preocupa es que esto es no intencionado y termina por dar una mala experiencia de compra.

Distinto asunto el de Telcel y en general las telecomunicaciones, cuyo objetivo en gran parte de los casos, es que uno se confunda. Para que termine por comprometerse a pagar por un servicio caro y con funcionalidades que muy probablemente nunca usará. Pero eso, ya será tema para otro post.

lunes, 4 de enero de 2010

En tratar de entenderla se nos va.

A veces, en el proceso de vivir uno se topa con que tiene una capacidad infinita de hacerse sentir mal a uno mismo, como nadie más lo podría hacer. La realidad es que los seres humanos, a pesar de considerarnos la especie más inteligente del planeta, no somos especialmente listos; mucho menos cuando se trata de relaciones humanas, mucho menos si éstas son con nosotros mismos.

Nosotros somos la peor persona para tratarnos a nosotros, tendemos a sobrevalorarnos cuando nos va medianamente bien y a menospreciarnos cuando nos va medianamente mal. Tendemos a potenciar las cosas cuando van dirigidas hacia nosotros.

Aquí la cosa es saber que no somos tan malos, ni tan buenos y que algo que haya pasado o que pasará en el futuro, no nos hace tan diferentes que como éramos hace cinco o diez minutos, entonces: ¿Por qué será que nos sentimos tan distintos?

En realidad hay una lucha interna que nos dice, que en alguna parte tenemos razón y otra que nos dice que no, que debemos de replantear las cosas y enfocarlas desde un punto de vista diferente. Me más inclinarme por la segunda, a final de cuentas cuando uno no se siente bien, debe de considerar de manera importante que tanto el problema como la solución están dentro de uno.

No me gusta tener razón cuando estoy enojado, es decir al momento de estarlos es obvio que siento que tengo la razón, pero al repensar los problemas, los enojos, las tristezas, no me gusta tener razón. Sin embargo, me hace sentir muy mal.

Debo de aprender a no sentirme tan mal, a pensar que las cosas pasan y pasaron y a que el proceso entre el darme cuenta que estoy equivocado y replantearme las cosas, sea menos desastroso y doloroso.

Pasando a otras cosas

He decidido poner algo de orden por aquí, por lo que espero que pronto exista un mayor número de publicaciones a la semana. La idea inicial es 3, pero no me quiero comprometer y quedar mal. La idea es escribir de todo, últimamente el blog se ha tornado más personal, he estado escribiendo sobre la vida, espero pasar a otros temas también.

Me comprometí a escribir una vez por semana aquí: nuestromundial.blogspot.com, publico los martes, por lo que los miércoles seguro está arriba mi post. Digo, por si les interesa.