En esta epoca cuando ya nadie da regalos, y menos asi como asi, es algo de sorprender. Les cuento la historia:
Sobre Palmas casi para llegar a Reforma, se acerca un pequeño hombre, con un bonchesote de revistas, de revistas gordas, parece que le pesan demasiado. Mientras el aire entraba por mi ventana se asoma para decir: "Es un regalo de los voceadores." Y mientras me extiende una revista para que la tome. Sorprendido, tomo la revista con esceptisismo de sobra y es entonces cuando me la suelta - no la revista - la frase: "Con lo que quiera cooperar, es cooperación voluntaria por el día del voceador."
Se veia venir, nadie te da nada asi como asi, ni una revista ELLE que por supuesto no me interesaba. Me parecio lo más prudente decirle que no la queria y regresarle su revista. Apenas la pude tener en mis manos unos cuantos segundos, eso me duro el regalito. Me parecio sumamente mañosos darte un regalo y ya que lo tienes en la mano pedirte dinero, asi sin más y uno se debe de sentir culpable por ya tener la revista en la mano, o si eres menos esceptico en el asiento del coopiloto o sobre las piernas y entonces si: Dame, lo que quieras, pero dame.
No es que nunca me hubiera pasado, no es que sea rara esta tecnica, pero esta vez cai y cai con todo.
Unos dias despues pense, que es falso eso de que nadie te regala nada, y este es un claro ejemplo. La gente viene aca, nada más, para regalarte sus ideas. Y que regalo más valioso que las ideas de alguien. Y bueno, más valioso aún si esas ideas viene de: Julio Martinez Rios.
¡Gracias por el regalo! ¡Me gusto mucho!