¿En que se parece un arbol a un horno de microondas?
La burla y la crítica irónica han sido sumamente importantes en muchas épocas. Creo, que el teatro absurdo esto es lo que trataba de hacer, burlarse de alguien o de algo. O mejor aun, de todo y de todos.
Los personajes de la cantante calva se ahogan dentro de las formas. Tratan de ser tan educados que siguen todos los clichés de la sociedad de las afueras de Londres. Estos clichés los llevan hasta la locura. Las conversaciones no tienen sentido. El sentido de la ofensa, de la alegría, del dolor, o de cualquier otro sentimiento se pierde en medio de la formalidad, de lo que debe ser.
Las anécdotas que cuentan los personajes son muy representativas. Sobre todo aquella en la que se relacionan a muchísimas personas a través del parentesco, donde al final, es imposible encontrar la relación entre la última persona nombrada y la primera. Es absurda la formalidad utilizada para expresa que alguien, como todos, suele resfriarse en invierno.
Existe ese momento en el que uno no sabe realmente, si reír o llorar. Existe esa delgada línea que separa la preocupación por la falta de la comunicación, y la comedia de una respuesta sin sentido. Se, de antemano, que el comentario causara controversia. Pero pude encontrar en los diálogos un cierto parecido, a aquellos de una antigua serie mexicana de comedia, El Chavo del 8. “Bueno, pero no se enoje”. Al fin y al cabo una respuesta absurda, nos puede hacer reír, y mucho.
La importancia de este texto, definitivamente, no radica en una moraleja. Ionesco, en ningún momento nos trata de enseñar algo. Sin embargo, se burla. Ya decía Oscar Wilde que: “La rebeldía a los ojos de todo aquel que haya leído algo de historia, es la virtud original del hombre.” Debemos admirar a los hombres que deciden rebelarse. A los hombres que rompen todo aquello que es aceptado como correcto, para por fin, hacer algo nuevo.
Es muy fácil hacer, aplaudir o aceptar algo, que todos los demás hacen, aplauden o aceptan. Sin embargo, aquellos que realmente trascienden son los rebeldes. Todos los genios que han habitado esta tierra en un inicio fueron criticados.
Los personajes de la cantante calva se ahogan dentro de las formas. Tratan de ser tan educados que siguen todos los clichés de la sociedad de las afueras de Londres. Estos clichés los llevan hasta la locura. Las conversaciones no tienen sentido. El sentido de la ofensa, de la alegría, del dolor, o de cualquier otro sentimiento se pierde en medio de la formalidad, de lo que debe ser.
Las anécdotas que cuentan los personajes son muy representativas. Sobre todo aquella en la que se relacionan a muchísimas personas a través del parentesco, donde al final, es imposible encontrar la relación entre la última persona nombrada y la primera. Es absurda la formalidad utilizada para expresa que alguien, como todos, suele resfriarse en invierno.
Existe ese momento en el que uno no sabe realmente, si reír o llorar. Existe esa delgada línea que separa la preocupación por la falta de la comunicación, y la comedia de una respuesta sin sentido. Se, de antemano, que el comentario causara controversia. Pero pude encontrar en los diálogos un cierto parecido, a aquellos de una antigua serie mexicana de comedia, El Chavo del 8. “Bueno, pero no se enoje”. Al fin y al cabo una respuesta absurda, nos puede hacer reír, y mucho.
La importancia de este texto, definitivamente, no radica en una moraleja. Ionesco, en ningún momento nos trata de enseñar algo. Sin embargo, se burla. Ya decía Oscar Wilde que: “La rebeldía a los ojos de todo aquel que haya leído algo de historia, es la virtud original del hombre.” Debemos admirar a los hombres que deciden rebelarse. A los hombres que rompen todo aquello que es aceptado como correcto, para por fin, hacer algo nuevo.
Es muy fácil hacer, aplaudir o aceptar algo, que todos los demás hacen, aplauden o aceptan. Sin embargo, aquellos que realmente trascienden son los rebeldes. Todos los genios que han habitado esta tierra en un inicio fueron criticados.
La importancia de esta obra es que no dice nada. Hasta el momento, de lo único que estamos seguros es de que ninguno, es pay de limón.
1 comentario:
Puede que yo en otra vida haya sido un pay de limon.... bueno, espero que no. La verdad es que los rebeldes que tu describes en tu texto son los que inovan la forma en la que vivimos. Nos cambian por completo. En su tiempo son despreciados y despues de su muerte son admirados. E ahi otra ironia, o �seria una burla de la propia vida?
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