Una palabra sencilla, una palabra que todos sabemos y utilizamos desde muy temprana edad. Una palabra que debería de usarse menos algunas veces y más algunas otras. Una palabra que dio pie a la revolución social más significativa de la historia. Una palabra corta y fácil de pronunciar.
Así es como empieza todo, con una idea sencilla. Y ahí es donde está la grandeza. No hace falta exagerar, todo se resume a algo pequeño, algo simple, algo que todos conocemos, que todos alguna vez, hemos visto. Porque todo cabe ahí, en algo pequeño.
La mayoría de los movimientos trascendentes son completamente sencillos. Y esa es su importancia, una idea sencilla.
Estamos acostumbrados a apreciar las cosas debido a su complejidad, cuando en realidad, el valor de algo no se refleja en su nivel de dificultad, sino en su nivel de aportación.
Encuentro curioso como mucha gente se esfuerza en poner algo más en algo que se encuentra ya terminado. Lo hacen para que se vea complejo, para que se vea difícil, para que parezca que nadie lo puede igualar.
El acto de mayor rebeldía son sólo dos letras: No. Una idea sencilla, con un poder inimaginable.
1 comentario:
Ya te había dado mi crítica. Sigue escribiendo y compartiendo...
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